sábado, octubre 23, 2010

En la mina de Chile...

DIÁLOGO FILOSÓFICO a raíz de la noticia de los mineros chilenos, realizado por David Teruel


"¿Por qué yo?
El accidente se me presenta en pequeños flashes mientras duermo. Son oscuros, cortos y No hay luz, no hay espacio, ni tampoco comida. ¿Qué mal he hecho a este mundo para merecer tal desgracia?
Vivimos en un mundo donde no se valoran rasgos muy importantes. Nos levantamos sin pensar en qué haríamos sin piernas, respiramos sin pensar que haríamos sin oxígeno, en fin… realizamos muchas cosas sin pensar en lo que haríamos sin ellas. Y es normal. En la mina he podido comprobar por qué. La gente aparta de sus mentes muchas cosas: las cosas que nos duelen, los enfados… y las cosas que no se pueden responder. Por qué? Porque son cosas atemporales. El factor tiempo juega a su favor y hace que apartemos esos sentimientos. Porque no son urgentes. Pero yo os diré una cosa: Es importante pensar en ello y más aun cuando no te encuentras en una situación límite. Porque lo que yo opine ahora  sobre cosas como la muerte serán  muy subjetivo. Estoy sometido a una presión (la muerte, la angustia, la debilidad) y eso seguramente hará que lo que piense no lo pensara en una situación normal
Tengo miedo, lo admito. En la profundidad a la que me encuentro me es difícil imaginar cómo es que te alumbre la luz del sol, e incluso imaginar la sonrisa de mi hijo.
Me han dicho mis compañeros que a fuera están felices de que nos puedan sacar en poco tiempo. ¿Cómo pueden estar contentos  sabiendo que no estamos entre ellos? Podéis pensar que soy egoísta con mi opinión pero no lo estoy pasando bien. La esperanza de sacarnos está sustituyendo  a la tragedia de lo ocurrido. Para los familiares es positivo, no lo niego, pero para los que hemos sufrido esto es una manera de hacernos sentir inferiores. Dependientes del exterior. Y eso, Yo, no lo quiero. Al contrario, quiero apoyar, esforzarme y salir. ¿Y sabéis por qué? Porque en medio del miedo y la angustia, hay un sentimiento de valentía y coraje que noto que debo sacar. ¿Será esto motivo del derrumbe?
Las preguntas ahora son mi fortaleza. – SI las consigo contestar, me digo, voy a poder aguantar aquí por mucho tiempo. Porque no sirve que te hablen de cálculos ni de cuánto tardarán. Aquí, en medio de cuatro paredes oscuras y con escasa luz, queremos respuestas a preguntas que, seguramente, solo nosotros tenemos respuesta.
El destino ha sido una de las cosas en las que más he pensado. Durante tiempo he pensado que somos lo que hacemos pero... ¿acaso hice yo algo para que se derrumbara la mina? Puedo decir después de esta pregunta que sí creo en el destino. Sino como habría podido pasarme esto a mí. Había seguridad e íbamos con cuidado. ¿Por qué hoy? ¿Es por algún motivo en especial? ¿Qué nos dice el destino que hagamos? Pienso y pienso en qué debemos hacer. ¿Para qué nos hemos quedado atrapados aquí?
¿Qué habrá cambiado en mí después de esto? ¿Cómo afrontaré la nueva vida que me esperará? De momento, y gracias a esta sana reflexión, me conformo con responder a una simple pregunta: ¿Cómo te encuentras? Bien por poder PENSAR.
Voy a intentar que el derrumbe no me derrumbe."
David Teruel

1 comentario:

edith stein dijo...

Felicidades! Me ha gustado mucho, filósofo!